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TRAVESIA RETO CERRO MONTEZUMA “LA MADRE DE TODOS LOS PUERTOS DEL OCCIDENTE COLOMBIANO”

Por Julián Mauricio Calle Aguirre. Gerente Bicitours Rutas del Viento. Apía


Iniciar la organización de un evento como este, fue un asunto en cierta manera titánico, porque no solo era poder realizar el evento y listo, se tenía también que contar con el visto bueno y apoyo de Parques Nacionales de Colombia a través del Parque Nacional Natural Tatamá, por la razón de que el Cerro Montezuma está ubicado en la zona norte del área protegida y en su cima hay una base militar permanente que protege unas antenas de comunicaciones públicas. Ese fue el motivo de la construcción de esta vía, unos años antes de que el Parque Tatamá fuera declarado parque. De lo contrario, esta vía no existiría, siendo este el único acceso carreteable dentro de parque nacional.


Nos reunimos en varias ocasiones con los funcionarios del parque, trazamos la hoja de ruta y empezamos a darle forma a la logística e incorporando algunas organizaciones para que nos ayudaran a solventar y cubrir algunas necesidades logísticas del evento. Hubo tropiezos, dos veces cambiamos la fecha del evento (afortunadamente antes de empezar a publicitarlo, porque inicialmente estaba previsto para el 7 de agosto), sin embargo, no nos rendimos y seguimos adelante, también teniendo en cuenta de que por capacidad de carga del sendero-vía, solo podrían atreverse a desafiar este puerto 32 valientes aventureros de la bici.


Hicimos diferentes contactos y entre ellos estaba nuestro amigo Jorge Mario Giraldo, el famoso “Barney” del Quindío, el jefe de rutas de ese departamento, que sin pensarlo dos veces empezó a invitar a muchos de los amigos de las bielas de allá y que asistieron cumplidos a esta cita, pero el día antes querían salir a rodar en este territorio para que valiera la pena hacer un viaje tan largo.


El día antes de nuestro Reto Cerro Montezuma "La Madre de todos los puertos del occidente colombiano" algunos de nuestros aventureros rodaron con nosotros por tierras de Apía y Santuario Risaralda, por la zona con función amortiguadora del Parque Nacional Natural Tatamá (La famosa ruta de Los Planes de San Rafael) y se pudieron maravillar del paisaje y las hermosas rutas que tenemos en el occidente del departamento, pasando por el Alto de La Cumbre a 2.270 metros de altitud regresando a Apía por la zona de la Alta y Baja Campana, pero terminando esta faena con una sorpresa final: La subida del Pinar al pueblo por el barrio San Juan. Los que no quisieron irse por El Pinar subieron a Apía por la vía normal por La María que es la vía para el departamento del Chocó. Ese día sentí cierta preocupación, porque siendo esta ruta de Los Planes de nivel medio, algunos compañeros la estaban sufriendo y eso que no sabían lo que les esperaba el día siguiente en Cerro Montezuma. (De hecho, la mayor parte de ellos, realmente no dimensionaban a que se enfrentarían el otro día).


Llegó el esperado día de nuestro Reto y madrugamos a la plaza de Pueblo Rico a iniciar la logística, todo lucía tan callado a pesar de que ese es el día de mercado allá. Poco a poco empezaron a llegar los ciclistas (Aquellos que habían llegado a Pueblo Rico el día anterior, también los que amanecieron en Apía y los que venían viajando de otros lugares). Sin embargo, no llegaban los que venían en una buseta tipo Van que venía de Dosquebradas y Pereira. Este retraso hizo que no pudiéramos salir a la hora en punto programada, pero al fin logramos salir e iniciamos el tramo de descenso por la vía que va el Chocó desde Pueblo Rico por las veredas La Soledad y Jamarraya, todos muy contentos de iniciar a rodar y enfrentarse a este nuevo reto.


Llegamos a la vereda Jamarraya y dejamos la vía panamericana para iniciar el recorrido por una vía que nos mostraba entre nubes los majestuosos farallones del macizo del Tatamá y entre columpios rompepiernas cruzábamos la vereda La Selva, para llegar a nuestra primera parada en el sector de Montebello, en el ecolodge Montezuma Rain Forest a orillas del río Taibá, lugar donde empieza el Parque Nacional Natural Tatamá. Allí nos reagrupamos, hidratación y alimentación para el camino y los funcionarios guardaparques nos dieron la inducción y las recomendaciones para poder ingresar a esta muy conservada área protegida.


Empezamos un primer ascenso corto y con un descenso hacia el sector de Río Claro, que es un río afluente del rio Taibá. Una vez pasamos el puente sobre el Rio Claro empieza el brutal ascenso hacia el Cerro Montezuma. Ahí iniciaban los 11 kilómetros verticales, sin descansos en ningún sector y todo el tiempo con pendientes de dos dígitos. Acá empezábamos el ascenso a 1.300 metros de altitud para llegar a la cima del puerto cerca de los 2.600.


Solo iban 3 kilómetros de ascenso y muchos empezaban a sufrir por la dureza del ascenso y preguntaban si faltaba mucho, la respuesta es que solo faltan 8 kilómetros y así en diferentes puntos no paraban las preguntas: ¿Falta mucho para llegar? ¿Todo el tiempo es así de fuerte? ¿Habrá algún descansito?, etc., etc. Se imaginarán las típicas respuestas de un ciclista 😀😀😀



La carretera se encontraba en regular estado y algunos segmentos estaban difíciles por falta de mantenimiento, tanto que hasta los carros sufrieron (Un vehículo reventó una manguera del radiador y otro tuvo problemas del embrague al regresar).

Los kilómetros avanzaban y nuestros ciclistas empezaban a sentir el rigor del puerto, además de la alta humedad que se combina con bochorno y generan mayor evapotranspiración, por lo tanto, más sed, encontraban consuelo ingresando a las torres de madera de observación de aves, tomando fotos mientras se rehidrataban. En el ambiente se oían madrazos, quejas de que esto está muy duro, pero a la vez se oía que a lo duro hay darle duro.



Cuando empezaron a coronar uno a uno nuestros héroes del Cerro Montezuma, la niebla que empezaba a llegar los arropaba y les daba la bienvenida a su cúspide. Los sentimientos eran encontrados: Cansancio fuerte, pero a la vez la gran satisfacción de haber coronado. Acá no importaba cuanto tiempo se habían demorado cada quien en llegar, lo único que importaba era llegar. Ahora se oían comentarios como: Que hijuexxxx tan duro no joda, hicimos el Reto Mariquita Letras hace una semana y hoy parece que hubiera subido Letras tres veces, los Quindianos tenían como medida la subida al páramo de Chilí por Pijao, pero este puerto en 11 kilómetros tenía mucha más dureza con los 34 que tiene el Chilí. Mucha alegría por haber llegado, pero también mucha hambre por el duro esfuerzo. El premio no fue para menos: almuerzo en fiambres de hoja en la cima del puerto y todavía calientes gracias a nuestros portacomidas portátiles.


Poco a poco entre la neblina suave fueron llegando uno a uno nuestros ciclistas y los vehículos acompañantes, almuerzo y alistada para iniciar la otra mitad que es el descenso técnico y con una lluvia suave, los sube y baja de Montebello a la vía panamericana y los últimos 7 kilómetros de ascenso a Pueblo Rico para terminar todo el desafío. El cansancio y la alegría de haber coronado el Cerro Montezuma era el constante sentimiento al regreso.


Al final de nuestro Reto Cerro Montezuma "La Madre de todos los puertos del occidente colombiano" nuestros durísimos ciclistas aventureros que se atrevieron a desafiarlo pudieron comprobar que si es la madre de todos los puertos, tanto por su dureza, como por lo técnico que es, en razón a qué la vía se encuentra en regular estado, lo que aumentó enormemente el grado de dificultad y los hizo sentir muy orgullosos de sí mismos, al poder agregar a Montezuma a su lista de grandes puertos coronados.



Después de todo este esfuerzo regresamos a la plaza principal de Pueblo Rico en dónde todos los organizadores y auspiciadores tuvimos la oportunidad de reconocer la valentía de ellos, con un diploma de graduación como CICLISTAS DE ALTO NIVEL, la Casa de la Cultura les regaló a cada uno, una manilla como recordatorio elaboradas por las artesanas de las comunidades raizales Embera Chamíes de Pueblo Rico y Apícola del Viento les obsequió a todos los participantes una degustación de su producto HIDROMIEL (la bebida de los dioses con que los vikingos premiaban a su mejores guerreros) hecha a base de miel y polen (Totalmente merecida la bebida) y se rifaron unos kit apícolas compuestos por hidromiel, polen y miel con jengibre.


Los organizadores (Bicitours Rutas del Viento y Ciclo Éxito) agradecemos enormemente a quienes se vincularon con este evento y lo hicieron posible: Parque Nacional Natural Tatamá, Alcaldía Municipal de Pueblo Rico "Unidos Hacemos Más", Asociación ASOGESTOR, Casa de la Cultura de Pueblo Rico, Revista En Bici, Apícola del Viento Apía y muy especialmente a nuestro amigo Jorge Mario Giraldo "Barney" quién fue un excelente apoyo...



¿Que si el Reto Cerro Montezuma "La Madre de Todos los Puertos del Occidente colombiano" fue durísimo? ¿Que si lo disfrutaron (sufrieron) nuestros 32 héroes aventureros que se atrevieron a desafiarlo? ¿Si fue una experiencia diferente y única que muy seguramente querrán repetir?, lógico porque así somos los ciclistas... Masoquistas. Juzguen ustedes... Hasta los carros sufrieron





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