El domingo pasado, 5 de septiembre 21 guerreros del pedal nos dimos cita en Pereira, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal para emprender un reto que teníamos en mente hacía varios meses y que gracias a la iniciativa de RevistaEnBici pudimos lograr juntos. En esta ocasión el reto era coronar en bici MTB partiendo desde Pereira dos cumbres míticas para los ciclistas de la región en una sola salida, hablamos de El Cerro Gualí en el Parque Natural los nevados, cumbre que está a 4.000 msnm en Caldas y el Alto de Letras, a 3.680 msnm, el mítico puerto cuya cumbre divide los departamentos de Caldas y Tolima, en este caso este último lo hicimos desde La Esperanza o “El 8” como es conocido el punto de ingreso al Parque Los Nevados cuando viene desde Manizales hacia Bogotá y a donde se desemboca si viene pedaleando desde Gualí; en total eran 195 km de los cuales solo 30 km eran carretera destapada, pero los 30km mas duros, el resto asfalto.
Empezamos en contra del tiempo ya que quien les escribe muy a las 3:30 a.m. apenas estaba abriendo el ojo; como un bólido nos arreglamos, recogimos la comida y las cosas que debíamos entregar y salimos, a las 4:05 a.m. estábamos prestos a emprender la ruta en el punto de encuentro pero los inscritos llegaron un poco retrazados también, en fin que mientras llegábamos a Dosquebradas y luego a Santa Rosa, nos tomó una hora larga estar completos, a las 5:45 aprox estábamos los que éramos. Ahí si empezó la aventura.
Muy buen ritmo al comienzo pensando en lo que se venía, en Chinchiná un poco de agua nos hizo desempacar las chaquetas, un augurio de lo que nos esperaba en la cima. Muy pocas paradas, prácticamente ninguna hasta el desayuno en Manizales, era lo necesario si queríamos regresar de día. Acá el grupo ya se había partido, unos siguieron hasta “Gallinazo”, a la salida de Manizales hacia Gualí a desayunar, el resto lo hicimos al frente del Terminal de Transportes de Manizales, recomendado cuando hagan esta ruta porque Gallinazo es a precio de turista y un desayuno no baja de $15.000. En el camino ya habíamos comido y bebido bien pero en estas rutas la comida nunca sobra, así que buen desayuno con chocolate, arroz, huevo, arepa, queso, maduro y caldo de pescado…mmmm..”barriga llena, pedaleada fija”..jejeej.. Cuestión de 40 min. y estábamos listos rodando ya hacia la siderúrgica a la salida de Manizales, vía a Gualí también, antes de Gallinazo. Acá conectamos algunos de los que se adelantaron y seguimos subiendo. El grupo de nuevo se parte y claro los de mejor nivel van adelante a su ritmo, no muy diferente del resto, la verdad estuvimos no muy separados afortunadamente ya que no llevábamos ningún tipo de asistencia y era importante estar pendientes, afortunadamente ni un barrado ni un accidentado gracias a Dios, solo dos compañeros manifestaron “maluquera" en los músculos y la cabeza y se devolvieron; y es que el “Soroche" es cosa brava y la preparación de la semana para estas rutas es fundamental. Son 30 km desde Gallinazo hasta Gualí, no es un terreno demasiado empinado, pero si tiene sus cuestas duras, además la altura, traer ya mas de 60 km aencima y las condiciones del terreno hacen mella. Poco a poco coronamos La Gruta, parada necesaria en esta ruta, acá agua o agua de panela con quedo…eso si lleve dinero porque una botella con agua vale $5.000 y una aguapanela sola $2.000…$5.000 con quesito derretido..mmmm..delicioso. Bueno, foticos de rigor y compartir con otros dos grupos que nos encontramos de Pereira, Brothers Bike y otro grupo de amigos; los primeros llegaron en carro hasta Manizales y los segundos iban hacia Gualí pero no hacia Letras, de todas formas que buena energía encontrarnos amigos de la zona por estas tierras, un abrazo a todos si nos leen.
Desde acá el ritmo cambia, el frío empieza a “pegar duro”, el oxígeno escasea y la mente empieza a jugar sucio, hay que ir preparado a no dejarse vencer, a no auto-derrotarse, en mi caso aún estaba fuerte pero mas adelante me pondrían a prueba, una prueba que solo 4 enfrentamos y vencimos en esta ocasión.
Así poco a poco, pedalazo a pedalazo fuimos disfrutando el ascenso en momentos en grupito, en otros momentos solo con la lluvia suave de compañía y con un ritmo acompasado y constante que nos llevaría a la primer cumbre. La neblina no dejaba ver las antenas en Gualí, esa imagen que da tanta moral cuando vienes por estos lares, toco darle duro hasta llegar al cruce que baja hacia la Esperanza o sigue hacia el Cerro, bueno hacia el aviso para la fotico que no puede faltar, porque en Gualí ya estábamos. Y fue en ese momento que la lluvia dejó de ser suave y se volvió granizo acompañado de un frío ”infernal”, suena contradictorio pero si el infierno es frío, seguro es así como Gualí cuando está enfriando “en forma”. Allí temblando literalmente estábamos la mayoría, un par ya habían bajado hacia La Esperanza seguro a almorzar y esperar que bajara el frío para emprender camino a la segunda cumbre, Letras. Motociclistas y otros amigos ciclistas estábamos en la “casetica" destruida que todavía resiste el paso del clima y del tiempo allá en Gualí, si no fuera por ese espacio sería casi imposible estar ahí mas de 10 minutos con ese clima. Esperamos a que bajara la lluvia un poco y quien les escribe decidió bajar, nuestro amigo jose antonio nos alcanzó luego en el camino a la Esperanza y el resto se tomó un poco mas de tiempo para llegar a este punto.
Acá la verdad la mente y la moral de todos prácticamente ya estaba “golpeada” y tratando de hacer que siguiéramos bajando hacia Manizales y no “coronáramos" el reto completo aunque estábamos solo a 5 km. Muchas justificaciones encuentras para no seguir adelante, muchas mas que para lograrlo; cualquier parecido con la vida y el día a día NO ES COINCIDENCIA, por eso este deporte es tan adictivo, es como la vida, como los retos que enfrentas día a día en tu trabajo, tu familia contigo mismo, en fin. Solo una persona llegó a inyectarnos la moral necesaria mientas calentábamos el cuerpo con una estufa que tienen allí precisamente para eso; Juan carlos, nuestro amigo que vino desde Pueblo Rico para hacer este reto no nos dejó rendirnos, al menos a 3 compañeros mas; él vino desde muy lejos para hacerlo y no se iba a devolver sin lograrlo, así fue que convenció a Miguel y al verlo yo me llené de la energía necesaria, bueno además me tomé un chocolate caliente y un Speed, o me mataba o me paraba..jejeje..menos mal me paró y arrancamos. Gabriel que también nos acompañaba no necesitaba que lo impulsaran, él vino desde Cali y así como Juan no se iba a devolver sin hacerlo completo. Ellos empezaron, yo a regañadientes me subí en la bici incluso pensando que si llovía mas duro me devolvía, pero la bici es mágica, una vez empiezas a pedalear te atrapa y bajarte se ve cada vez mas lejos.
Para hacer que mi mente me dejara tranquilo empecé a contar las ramitas amarillas al borde del pavimento, ellas marcan el recorrido cada 10 mts, sabía que eran 5 km, es decir 500 rayas y estaba en Letras…así fue, pasara lo que pasara no iba a dejar de mirar las “rayitas" y contar de 10mt en 10mt hasta llegar a 5 km. A mi me funcionó y mas contento de cadena estrenando aceitada llegué a puerto..maravilloso sobre todo por no dejarme vencer gracias al impulso de mi amigo juan..GRACIAS.
Almuerzo merecido con sancocho de gallina, felicidad, risas entre los 4 que lo logramos completo, foticos que no faltan y a las 4:30 estábamos emprendiendo el regreso. Nos encontramos varios amigos en el descenso, todos llegamos bien y en Pereira estábamos a las 7:30 aprox. 195 km que aunque no es la ruta mas dura que hemos hecho, si es una de las mas largas y todo un reto no solo para nosotros en la revista sino para todos los acompañantes.
Muchísimas gracias a todos quienes nos acompañaron y a las empresas que nos apoyan en los eventos y que nos ayudan a crear mas “adictos" a este maravilloso deporte.
Mil bendiciones y NOS VEMOS EN LA RUTA!!!...