Relato de un recorrido en bicicleta por la Ruta del Cóndor en el Parque Natural de los Nevados, cerca al sector de las Trillizas
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Un buen descanso después de hacer este recorrido era la gasolina necesaria para escribir esta crónica que no será muy larga, bueno al menos no como la ruta definitivamente...😅.
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Hay muchos recuerdos y experiencias que contar de cada uno en un recorrido en bicicleta tan largo y sobre todo tan extremo como este. No le dimos la vuelta al mundo tampoco pues, pero si estuvimos en un terreno que todos sabemos por la historia que tiene lo agreste que es..😱. Particularmente lo conocía pero nunca es igual y en esta ocasión necesitaría tantas hojas como los pedalazos que di de regreso a casa para relatar todos los momentos vividos. Por eso en esta versión me quise enfocar en relatarles tres en especial que desde mi óptica muestran lo afortunados, bendecidos y protegidos que estuvimos...🙏. ¿Protegidos de qué y por quién? Por quién no se pero tengo mis candidatos, Dios y un ángel que acompaña a todos los ciclistas de esta ruta🙏🙏🙏. ¿De qué? precisamente yo les relataré los 3 momentos mas especiales que vi y que viví; cada uno seguramente vivió cosas que solo él o ella saben, al fin y al cabo fueron muchos kilómetros y muchas horas en bici como para decir que no se corrió ningún riesgo y que no hubo momentos donde se "tuvo suerte" o...alguien estaba pendiente de cuidarnos; como sea así es el ciclismo, alto riesgo desde que te montas en la bici.
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No podría continuar el relato de lo que viví sin primero agradecer inmensamente a todos quienes acogieron la invitación de la Revista EnBici, un grupo maravilloso de guerreros del pedal que sin pensarlo dos veces afrontaron con toda la fuerza un sinnumero de dificultades que los convierte en lo que son, unos adictos sin remedio a las bielas y a la aventura juntas; al dolor y la satisfacción que lo precede; al miedo y al gozo de vencerlo...💪💪 . Nos alegra inmensamente saber que para muchos incluso su primera vez para este reto fue con nosotros, nos escogieron para afrontarlo lo que nos llena de orgullo y agradecimiento. La invitación también es para quienes lean esta crónica y aún no se animan a realizar esta ruta lo hagan para que recolecten momentos que seguramente nunca olvidarán y repetimos como lo dijimos en los "en vivo" que grabamos, con buena preparación, entreno y un umbral del dolor y resistencia altos, muchos la pueden “coronar” ..👍🚵🚵♀️💪
El objetivo relatarles parte del recorrido y tratar de llevarlos a esos momentos que de verdad marcaron esta "mítica", como decidimos bautizar las rutas que proponemos desde Revista EnBici y que combinan aventura con pasíón y resistencia; el tema es que no fue lo general ya que no todos llegamos el mismo domingo, además es un poco atípico frente al resto puesto que fui el único que se varó y se quedó sin bici durante la ruta pero igual la terminé en otra bici.
Para no alargar más el cuento, primero aclaro a quienes nos leen y no saben dónde es La Ruta del Cóndor y dónde son las Trillizas. La ruta del cóndor es un trayecto de MTB mítico en la región cafetera, mas si lo haces desde Pereira y subiendo por donde leerán en la nota. Se llega hasta los 4.000 m.s.n.m. en un trayecto de 160 km , 80% MTB y un desnivel acumulado de mas de 5.000 mts.
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Iniciamos. A las 4:00 a.m. estábamos partiendo, con lluvia no torrencial pero si una lluvia que habitualmente nos dejaría en cama justificando el no habernos levantado...😴😴, más a esa hora, desde ahí los asistentes empezaron a "probar finura" y el reto como tal empezó a realizar un filtro. Un tercio del grupo se reunió en el punto de partida en Pereira, luego en Dosquebradas se nos unió otro “combo” y finalmente en Santa Rosa los restantes. Salimos hacia la ruta 28 ciclistas, en Santa Rosa ya había escampado, algo de lluvia pero muy leve hasta Chinchiná donde ya escampó definitivamente. Llegamos al ingreso a Río Claro, vía a la finca y ahora tienda de nuevo, La Telaraña, en este punto nos alcanzaron 5 más, para un total de 33 ciclistas, esto para efectos de las trivias. Desde Pereira, Dosquebradas, La Virginia, Cartago, Armenia, Santa Rosa, Roldanillo, Tuluá y Pueblo Rico se presentaron ciclistas… (me perdonan si se me pasó alguno) GRACIAS
Empezamos entonces uno de los primeros segmentos esperados por su conocida dureza, de hecho es mítica para muchos, la famosa Telaraña y sus 5 segmentos de placa huella. Este tramo muchos no lo conocían así que se empezó desde acá a lograr la meta, que conocieran nuevos destinos. Todo iba “normal”, nosotros de últimos por efectos de logística, lo que nos permitió evidenciar el primer “milagro" de esta mítica; bueno parece un poco exagerado pero juzguen ustedes, una caída desde una altura de 5 metros aproximadamente, un poquito más de pronto, con bici incluida, hacia un río pequeño menos mal, pero muy crecido; no le pasó nada ni a la bici ni a mi amigo Andrés, Dios Gracias. Para que estén atentos si van próximamente, luego de una huella nueva que están construyendo hay un puente pequeño con arena de la construcción tapando un lado de la carretera, mi amigo Andrés para ahí, pone un pie sobre el borde del paso o puente, se resbala y …chao...😱.😱, en un microsegundo ya no lo veo, un señor de una moto que está al otro lado del paso esperando que nosotros crucemos ve todo y sale despavorido a ayudarnos, de hecho él recupera la bici de Andrés y ambos suben del barranco asustados pero agradecidos, todos agradecidos.
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Andrés sonriendo acomoda sus pies en los chocles y como si nada a seguir coronando huellas, yo atrás solo agradezco al señor... 🙏🙏🙏 y de entrada comprendo que como siempre en esta mítica también Él va con nosotros, más adelante me lo demostraría de nuevo. Continuamos el trayecto ya un poco retrasados frente a los punteros pero eso no importaba, teníamos claros los puntos de re agrupamiento y la finca era el segundo. Luego viene la penúltima huella, tan dura y resbalosa como es, una pared muy indomable sobre todo con lluvia recién caída, allí muchos de los que nos encontramos iban caminando, nosotros casi coronamos pero toco poner pie a tierra, falta de entreno para tener más equilibrio y saber dónde hacer la fuerza para que no se levante el timón; tantas veces que se ha hecho y sigue siendo re dura. Coronamos entonces todos los segmentos de huella, el clima frío pero seco nos daba una idea del buen día que tendríamos.
Llegamos así a la finca a las 8:45 a.m y aprovechamos para desayunar algo de lo que traíamos en los bolsillos y cositas que compramos en la tienda porque en las dos motos que nos acompañaron iban las tulas con el resto de cosas. Allí tuvimos un pequeño retraso esperando algunos ciclistas, tanto que decidimos continuar y dejar una moto esperándolos y la verdad para recomendarles que mejor se devolvieran porque esto era apenas el inicio; sin embargo ellos como buenos guerreros y ciclistas de aventura que son hicieron oídos sordos y continuaron, muy bien!!!. Le dimos a buen ritmo y rápidamente estábamos en la entrada a la Ruta del Cóndor vía al Alto del Pindo en Caldas, 11:00 a.m. aprox. y acá un suceso que definió la ruta, un deslizamiento y derrumbe de pantano negro que filtró de nuevo al grupo, 4 amigos decidieron mejor probar en otra oportunidad, de todas formas hasta ese momento y lo que les faltaba para volver a Pereira por Villamaría no era poco. Nos vemos en la próxima convocatoria muchachos!!!!..entre ellos una de las chicas que estoy mas que seguro la hubieran logrado toda, que buen ritmo el de ellos nuestros amigos del valle..GRACIAS!!!..🙏🚵♀️🚵🙏.
Acá 29 ciclistas decidimos pasar el pantanero y al menos ir a almorzar, allí ya con el estómago lleno definíamos si seguíamos o no porque otra de las cosas que obligó el derrumbe y lo que realmente cambió las cosas fue que las motos no pudieron continuar con la asistencia, así que nos fuimos sin mecánico ni asistencia médica, así lo decidimos todos. Las motos se devolverían y nos esperarían en el Porvenir si llegábamos antes de las 6:00 p.m. hora en que ellos debía regresar. Así acordamos y seguimos para tomar el almuerzo en el restaurante El Papayal, sencillamente delicioso y la atención excelente, más que recomendado. Entre derrumbe y almuerzo nos dio la una de la tarde, a esa hora comenzamos el ascenso de 30 km, duros, con cambios de altura drásticos desde los 2.200 m.s.n.m a los 3.980 m.s.n.m en la cima, la entrada a Las Trillizas, Santa Bárbara.
La idea original era seguir con las motos hasta la cima, el acompañamiento, la asistencia médica y la mecánica y que una de ellas esperara en la entrada a las trillizas y la otra n el Porvenir, pero ni modo, el derrumbe todo lo cambió. Entonces lo que pensábamos hacer era dejar que todos arrancaran mientras acabábamos de almorzar el resto y luego empezar a alcanzarlos, recordarles las indicaciones y tratar de llegar a Santa Bárbara antes que la mayoría para estar seguros; los de mejor nivel ya iban adelante y ellos se encargarían de los que no alcanzáramos nosotros, pero llegó una falla mecánica en mi bici y todo volvió a cambiar, manzana trasera dañada a más o menos 15 km antes de la cima...😱😥. Implementamos un arreglo que poco sirvió en ese momento por lo que usamos, unas correas de plástico para amarrar la pacha de los radios, no sirvió pero aprendí a hacerlo y más adelante con alambre pude arreglarlo parcialmente. Acá tiene lugar para mi el segundo milagro que se nos dio, que nos concedió Diosito y nuestro ángel de la guarda. Me refiero a que yo decidí devolverme porque ya no podía pedalear, devolverme hasta la entrada de la Ruta del Cóndor entre la Telaraña y Villamaría para que Deiber, de la moto acompañante me recogiera y volver al Porvenir, eso implicaba dejar que los ciclistas llegaran solos a la cima y con las indicaciones bajaran al Porvenir donde estaríamos esperándolos. Eso tenía pensado y ya estaba sobre la bici bajando sin dar pedal claro, suave, cuando en un lugar tan lejano como ese me entró señal al celular y una notificación, eso hizo que decidiera parar y desde ahí mismo llamar a la moto para hacer lo pensado pero él me insistió en que mejor siguiera a pie para la cima y que él seguía desde el Porvenir hacia Potosí para dar la vuela por encima. Le hice caso, gracias a que me entró ese poco de señal y me empecé a devolver. En las historias destacadas de nuestro instagram pueden ver cómo fue ese trayecto.
Finalmente Deiber llegó, llevamos la moto hasta una finca y allí la dejamos y cuando pensábamos que íbamos a llegar a la cima y de bajada de pronto encontrábamos a alguien hacia el Porvenir, vemos a la distancia caminando lento un compañero, Dios no se imaginan la sensación de alivio y agradecimiento por no haberme devuelto y mejor seguir caminando, iban siendo las 5:30 de la tarde, aunque es verano de noche el frío es muy peligroso y él iba muy alcanzado, sin oxígeno y pinchado, sin fuerzas ni siquiera para despincharse y mucho menos para pedalear. Inmediatamente lo ayudamos a despincharse, lo montamos en la moto y yo seguí en la bici de él, no necesité mucho, talla L, rin 29 como la mía. Ese fue el segundo milagro, si la señal no me entra en ese punto seguramente no me comunico a tiempo con la moto que me hizo cambiar de parecer y que nos llevó a recorrer ese trayecto y por ende encontrar a Luis en ese estado. Muy seguramente si no lo alcanzamos la llegada a pie solo hasta ese punto tan alto hubiese tenido otro final o con ayuda de Dios hubiera encontrado una casa, nunca se sabe, aunque hay muy pocas y no se ven…😱😥, el “hubiera" no existe menos mal, pasó lo que tenía que pasar. Así los tres aliviados seguimos, más adelante otra sorpresa pero menos "asustadora", otros tres compañeros iban llegando a la cima, la más guerrera de todas, Alejandra, la única chica que completó el reto, Mauricio su acompañante y otro compañero, ya 6 era distinto, hasta animados estábamos. Coronamos la cima en una noche maravillosa, despejada, hermosa, misteriosa y una luna en menguante que nos puso muy nostálgicos, al punto que fuimos hacia la reja al homenaje a Javier, Luis y yo y pues particularmente quebré en llanto un momentito, no se, solo me salió y sentí la necesidad de agradecerle a Javier que nos estuviera protegiendo y que saliéramos airosos a pesar de las circunstancias.
Empezamos a descolgar hacia el Porvenir, llegamos a la finca, nos dieron posada y luego nos dimos cuenta de dos compañeros que no se reportaban, fueron momentos muy estresantes, de tergiversación de información, tratando de coger señal con mi celular que era el único que podía hacerlo…finalmente se reportaron, estaban en un hostal al que solo se llega pasando la puerta, si señores, la reja estaba abierta de nuevo. HAY QUE HACER ALGO AL RESPECTO DE ESO, HAY QUE COLOCAR UNA SEÑAL, UNA FLECHA QUE ADVIERTA DE LA CURVA HACIA EL DESCENSO. Se encontraron unos guías de turismo que les dijeron que por ahí no era, que se devolvieran pero no les dijeron por dónde entonces uno de nuestros compañeros, Sergio, que sabía que más adelante cerca estaba el hostal le insistió al otro y continuaron, llegaron y los guardabosques los recibieron. No estaban perdidos del todo porque Sergio sabía del hostal, pero solo por un milagro de Dios y de Javier el clima estaba perfecto, los guías turísticos los vieron y ellos encontraron el hostal, el tercer milagro de las Trillizas...🙏🙏🙏..GRACIAS DIOS, GRACIAS JAVI. Sabiendo esto, dormimos tranquilos, bueno intentamos dormir porque el frío es brutal, pero amanecimos contentos, animados y con ganas de regresar. Un buen desayunito en el Porvenir y a rodar por Cortaderal y la linda temprano en la mañana, una belleza. Finalmente 11 ciclistas amanecimos en el porvenir, dos en un hostal y el resto volvieron a casa el mismo domingo.
Para aprender
No ir tantos ciclistas a esta ruta para no tener tantas oportunidades de riesgo.
Llevar batería del celular de repuesto
Disfrutar cada momento porque puede ser el último, volver no es fácil
Nunca dejar de intentar
Mantener la mente clara y positiva
Estar abierto a otras opciones, mente abierta
Pedir ayuda sin miedo ni pena si es del caso
Este fue el resumen de lo que particularmente viví en esta mítica, pero no se compara con la maravilla que vivieron la mayoría de los asistentes con tantos paisajes hermosos que pudieron disfrutar, ellos tuvieron otro tipo de suerte; la nuestra nunca se me olvidará porque en mi mente no fue “mala suerte” todo lo contrario, fue una bendición para Andrés que no se fracturó nada luego de caer de un puente; Sergio y Edwin que tuvieron la suerte de encontrar el hostal porque esa reja amarilla estaba abierta de nuevo y Luis, que si no decido seguir caminando para esperar la moto nunca lo hubiéramos alcanzado y pues nunca sabremos si hubiera podido encontrar una finca o llegar a la cima. Estoy completamente seguro que Javier y Dios tuvieron todo que ver conque todos llegáramos a casa bien, felices y mejores personas. Por eso con mayor razón cuando rueden por allí recuerden saludar y agradecer a quien nos cuida a todos los ciclistas, el viejo Javi . AMÉN
Gracias por leernos y nos vemos en la ruta
Un agradecimiento muy especial por el material fotográfico que en su mayoría fue proporcionado por los asistentes.
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